Existen muchos conceptos que se deben tomar en cuenta en el mundo bonsái, y ninguno es más importante que otro, lo realmente importante es tener el plano claro bajo diferentes aristas, por ello entender la diferencia entre un árbol y una planta es básico.



Para entender mejor estos conceptos debemos ver sus similitudes:

¿Qué tienen en común un árbol y una planta?

Ambos provienen del reino vegetal, el cual esta formado por más de 320,000 especies de plantas y arboles diferentes, aunque la mayoría son terrestres muchos también son acuáticos. La mayor característica entre ellos es que presentan clorofila, el pigmento verde que esta presente en las hojas y tallos, y tal pigmento es el responsable del proceso llamado fotosíntesis, un proceso químico que permite, con ayuda de la energía solar (rayos de sol), transformar sustrato inorgánico en glucosa (materia orgánica) rica en energía, la misma que viaja por todo el tallo o tronco gracias al floema. Otro dato muy interesante sobre sus similitudes es que tanto plantas como arboles son autótrofos,


Teniendo claro sus características similares podremos entender sus diferencias.



Los Árboles a diferencia de las plantas tienen:

-Un tronco grueso.

-Poca o nula presencia de hojas en la sección inferior del tronco.

-La vida de un árbol es mucho más longeva.

-Presentan un tronco principal, del cual surgen otros tallos que también son conocidos como ramas.

-Las raíces son más gruesas y muy profundas en condiciones naturales libres (para el arte bonsái se busque que mantengan un sistema radicular muy fino, y tener un crecimiento más horizontal que vertical).



Las Plantas a diferencia de los árboles tienen:

-Tallos delgados.

-Algunas plantas han evolucionado a ser un conjunto de puras hojas, y las demás mantienen una gran cantidad de hojas en la sección inferior del tallo.

-La vida de las plantas es más corta, suelen ser bienales o anuales.